Con la visita de estas dos deportistas y su monitora Elena Acebrón hemos podido ratificar una vez más lo difícil que es triunfar en el mundo de la gimnasia rítmica, y la edad tan temprana a la que se retiran, por diferentes motivos, lesiones o estudios entre otros.
También indicar que estas deportistas viven intensamente todo lo relacionado con la gimnasia pero poco a poco, su ilusión se va difuminando como la niebla, a causa de todos los contratiempos que sufren y el gran sacrificio del que requiere este deporte.